Al freír, la temperatura del aceite puede alcanzar más de 190 grados Celsius. Si el aceite se calienta demasiado empieza a descomponerse y a echar humo, liberando moléculas y compuestos tóxicos (como la acroleína) que pueden tener efectos perjudiciales para el sistema respiratorio y provocar otras afecciones más graves.
Para una fritura saludable es importante elegir un aceite con un punto de humeo alto, como el aceite de oliva suave y ligero Filippo Berio, que puede soportar temperaturas de cocción de hasta 220 °C. También es bajo en grasas saturadas (en comparación con otros aceites) y grasas procesadas como la mantequilla, la manteca de cerdo o la margarina.
El aceite de oliva suave y ligero Filippo Berio tiene un sabor neutro y ultraligero y no tiene ningún sabor distinto al de la aceituna, lo que lo convierte en el ingrediente ideal para freír todo tipo de alimentos, incluso dulces.
Los rebozados de harina pueden ser deliciosos, pero también pueden absorber más aceite que el pan rallado o la harina de maíz, por ejemplo. Cuando sea posible, reduzca la cantidad de harina en su masa o, si no es posible, intente añadir una pizca de bicarbonato de sodio o cerveza (incluso agua con gas) para reducir la absorción de aceite.
Reduzca el exceso de aceite en los alimentos fritos escurriéndolos en papel de cocina después de sacarlos de la sartén. Cambie el papel de cocina una o dos veces para asegurarse de que se ha eliminado todo el aceite sobrante.
Si bien es importante no sobrecalentar el aceite, es igualmente importante no calentarlo poco. Los alimentos que se fríen en aceite a temperaturas inferiores a las adecuadas no solo tardarán más en cocinarse, sino que absorberán más aceite, lo que dará a los alimentos una textura empapada y grasienta, por no hablar de su mayor contenido en grasa. Utilice un termómetro para freír cuando sea posible para mantener la temperatura correcta del aceite durante todo el proceso de freír.
Si bien puede ser más rentable reutilizar el mismo aceite más de una vez, cada vez que lo calienta, reduce su punto de humeo y degrada aún más su composición y calidad. Además, si el aceite reutilizado no se almacena correctamente, o si se deja demasiado tiempo guardado, puede volverse rancio y afectar la calidad y el sabor de su comida. Para garantizar una fritura deliciosa, crujiente y sabrosa en todo momento, utilice siempre aceite fresco.
© 2014 Filippo Berio P.Iva 00526090469 – web design
© 2014 Filippo Berio P.Iva 00526090469 – web design